Hace tres días quise vender mi esperanza para poder comer.
Era lo único que tenía; mas nadie la quiso comprar.
Pides demasiado, dijeron.
A la mañana siguiente no tenía qué vender.
Hoy, sólo espero el timbre anunciando la visita de la muerte.
Ojalá y traiga algo de comer.
5 comentarios:
No creo, por eso anda tan flaca y pálida.
Voy a pensar como puedo dibujar la esperanza...
saludos
QUE LA MUERTE TRAIGA ESPERANZA ANTE TANTA INCETIDUMBRE...BUEN RELATO//// ESPEREMOS QUE QUE LLEGUE CON UN PAN BAJO EL HUESO²²²²²²²²²²²²
oe tranki
Ahora ha comenzado a vender gripe porcina.
Facil la muerte viene a tocar tu timbre, pero es de esos q tocan para pedir algo de comer.
Publicar un comentario