Una mujer se lanzó del 235° piso, donde se ubicaba su universidad, pues había jalado un curso por tercera vez. A nadie le importó el hecho, el mundo no se dejó de mover por un suicidio más.
Pasaron tres semanas, y un hombre alto, calvo, y muy blanco, se acercó al cadáver de aquella mujer, que nadie había recogido, que estaba pisoteado y sucio. Levantó a aquella mujer, le sacudió el polvo, la coció donde las heridas eran muy notorias, y le dijo: Ya despierta boba, el ciclo terminó. Fin del show.
La mujer se levantó, lloró en el hombro de aquel hombre unos segundos, y juntos se marcharon de la puerta de aquel edificio, a vacacionar en Máncora. No sin antes destruir el avión del profesor de Arte Dramático III. El mundo no se dejará de mover por un avión destruido más.
2 comentarios:
Puuuuuuuta qué lokoooo
ta que tal proyexión
Seguirán leyendonos en esa época?
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